04 Abr 2019 por #Entrevista
“Puente Alto es como la comuna de los artistas”. Con estas palabras, Felipe Gutiérrez, artista urbano de 31 años, se refiere al lugar que ha sido testigo de su trabajo y evolución artística desde hace más de 20 años. Trayectoria que le entregó la oportunidad de participar en el destacado proyecto urbano de Paseo Bandera.
Bajo varios tatuajes que adornan sus brazos y cuello, Felipe proyecta un espíritu rebelde, que le ha permitido explotar ampliamente su creatividad en las calles. Esto, sin apartarse del sentido comunitario y estético que ofrece por medio de sus obras. Actualmente, muchos exponentes intentan romper ciertos prejuicios, impulsando esta disciplina como un generador de identidad, que une a la comunidad y que vuelve más atractivas a las ciudades. Así lo plantea Felipe, quien lleva un largo tiempo embelleciendo muros en Puente Alto. Conversamos con él, y nos entregó detalles sobre sus orígenes en Puente Alto, sus inicios en el mundo del arte callejero y parte su trayectoria artística.
E: ¿Qué nos puedes contar sobre tus orígenes puentealtinos?“Llegué aquí el año 2000. En ese tiempo había hartos escritores en Puente. Muchos evolucionaron y son graffiteros más establecidos; viajan, hacen graffitis más artísticos, y yo seguí lo mismo. En la villa donde vivo, en Raúl Venegas, había hartos escritores, pero lo dejaron. Lo vieron como una etapa, no como una forma de vida. Para mí es una forma de vida, siempre hacer graffitis, aparte de tatuar, para mí el graffiti es todo, si no hay graffiti en mi vida prefiero no estar”.
“Para mí el graffiti es todo, si no hay graffiti en mi vida prefiero no estar”
E: ¿Y qué ha significado esta comuna para ti?“Lo mejor, en todo aspecto. Voy al Norte o Sur de Chile, y cuando digo que soy de Puente me dicen: «Puente Alto es lo mejor», y es bacán que tengan esa visión. Es como la comuna de los artistas, esa visión tengo y otros también me lo han dicho. Me marca harto la plaza del colegio Navarra, en la Villa Don Ramón. Es como mi antejardín, vivo al frente. Las murallas del colegio siempre las he pintado”.
E: Y en el arte urbano ¿cómo te iniciaste?“Yo vivía en La Bandera, tenía como 8 o 9 años. En ese tiempo hacían tocatas en el Parque La Bandera. Ahí nació hacer el Taller de Arte, porque hacían concursos de graffiti. Los cabros llevaban unos cartones grandes, para que los niños pintaran con spray o con plumones. Ahí me fui por el lado del graffiti. Después llegué aquí a Puente y lo ramifiqué. Así fue creciendo todo hasta ahora”.
E: Imaginamos que tu iniciativa y talento artístico te ha permitido conocer muchos lugares.“Hace como 9 años viaje haciendo graffitis por el mundo. Pinté en Buenos Aires, Brasil, Perú, Estados Unidos, el año antepasado en Francia. Hace unos años, empecé a tener más contacto con el Dasic, y con él me fui más por el graffiti artístico. Pintamos varios diseños de él, me enseñó harto. Pintamos la cafetería Lastarria. En Wynwood, Miami, que es como la ciudad del graffiti. En Brooklyn, Nueva York, en El Bronx. Acá en Santiago hemos pintado harto, y de ahí salió el proyecto Paseo Bandera”.
E: Entonces así se dió el nexo para trabajar en el Paseo Bandera.“Sí, por Dasic Fernández, que es mi amigo. Fui uno de los primeros que supo aparte de él. Un día me dijo: «oye, estoy gestionando un proyecto para calle Bandera», y yo dije: «qué quiere hacer en calle Bandera, qué locura quiere hacer» (ríe). «Lo quiero transformar en un Paseo», me dijo. Me mostró la idea y lo encontré muy bueno. Pintar eso igual fue estricto; todo lo que es delineado, que se ve como con regla, todo es a brocha. Demasiado detalle. Un pelito más allá y había que arreglarlo”.
E: ¿Y cómo fue el proceso creativo, diseño y técnicas que usaste?“La primera etapa, en 2017, fueron 20 artistas convocados, nos demoramos como 10 días. Y el año que pasó fuimos 8, fue el doble de pega, nos demoramos como 17 días. Eran más detalles: tenía más colores, la muralla, el túnel, el cielo, y eran como 4 mil metros. Primero el Dasic marcaba todo con proyector de láser desde arriba, y luego con plumón. Nosotros después íbamos con los colores por escala; por ejemplo había tres tipos diferentes de naranjo. Fueron técnicas de arte visual, harto drip; que es una técnica de goteo, mezclas de colores. Incluso nos entrevistaron para un documental del proyecto, sobre el cambio de visión del habitante”.
Recordemos que a pesar de los prejuicios, son muchas las ciudades que se han convertido en un gran atractivo turístico principalmente por su arte urbano, como es el caso de Berlín, São Paulo, Melbourne, Dublín, entre otras.
E: Con tu trabajo y arte, ¿de qué manera crees que aportas a la ciudad y a las personas?“Lo visual, por la visión entra todo. Les cambia el ánimo, entrego buenas vibras, se ve bonita la ciudad, dan ganas de cuidarla. Y a los niños en general eso les dice: «yo quiero hacer lo que él hace». Como fueron para mí los graffiteros, yo quiero ser un referente para ellos”.
“Como fueron para mí los graffiteros, yo quiero ser un referente para los niños”
E: Además, con tu trabajo se debe generar un gran sentido comunitario.“Allá en la villa les digo: “vecino, ¿puedo pintarle la reja?”. “Hace lo que querai Felipe” me dicen. Ya saben que no voy a rayar portones ni nada. Si voy a pintar, va a ser una producción buena, no va a ser una cosa al lote que se vea más fea de lo que estaba. Por ejemplo al frente de mi casa, en la muralla del colegio, hice un graffiti gigante con banderas pintadas en negro, y lo pinté con puros puntos, como en degradé. En la noche se ve como que fuera una galaxia”.
E: ¿ Y qué les dirías a las personas que tienen interés por participar en estas intervenciones artísticas urbanas, sobre todo a niños y jóvenes?“Que se atrevan, que no lo vean como algo negativo. El mundo está cambiando, por ende el arte es un plus para que la gente se tome las cosas de mucho mejor manera. Que los niños y jóvenes estén en la casa dibujando, o estén haciendo un taller, o simplemente estudiando o pintando una muralla. El arte es una gran herramienta. Muchos no tienen un referente para decir: «yo quiero hacer lo que él hace». Es ayudar a la comunidad, al habitante de Puente Alto, que es una comuna a la que siempre he amado, en la que he vivido casi toda mi vida, y si puedo hacerlo por qué no”.
Actualmente, Felipe efectúa junto a la Corporación Cultural de Puente Alto un Taller de Arte para Niños y Niñas, en el Centro de Extensión Municipal Don Ramón. De esta forma, desarrolla la iniciativa que desde pequeño desea concretar: compartir sus conocimientos y habilidades con niños y jóvenes, siendo un referente para ellos.